Las botas de seguridad pueden causar dolor de pies, pero eso suele deberse a un mal ajuste o una fabricación deficiente. Si la puntera es demasiado apretada, la plantilla es delgada o no hay soporte para el arco, sí, te dolerán los pies a la hora de comer.
¿Pero unas botas sólidas y bien diseñadas? Protegen y sujetan sin arruinarte el día. Solo asegúrate de elegir la talla correcta, ablandarlas correctamente y no conformarte con botas de mala calidad. Invierte en tus pies, porque son irremplazables.